Aquí te contamos qué tal nos pareció.
Al fin se estrenó el primer episodio de la esperada adaptación de la secuela del manga de Sui Ishida Tokyo Ghoul: Re, teniendo como antesala una segunda temporada llena de polémica tras los numerosos cambios que sufrió con respecto al material original. La interrogante principal es como arreglarían los fallos argumentales que pudieran surgir debido a la ambigüedad y libertades creativas que se habían tomado anteriormente. El primer capítulo no nos puede resolver grandes dudas pero al menos nos dejó con un buen sabor de boca.
En esta reseña solo hablaremos del episodio como pieza del anime, debido a que el manga se encuentra ya bastante avanzado y al adentrarnos en detalles como similitudes o diferencias podríamos recaer en grandes spoilers del argumento. Por ello trataremos de abordar la menor cantidad de spoilers posibles del capítulo.
Mismo tono, diferente enfoque.
Como bien saben Tokyo Ghoul vio la luz por allá de 2014, presentándonos a un trágico protagonista llamado Ken Kaneki, quien en su primera cita fue atacado por su chica que resultó ser un ghoul (criaturas que suelen alimentarse de carne humana) y estando al borde de la muerte le fueron trasplantados órganos de ghoul para sobrevivir. Su vida cambió por completo y no tuvo opción más que buscar ayuda con los de su misma especie.
Es una serie con un tono oscuro y sombrío, a veces desolador, dibujando un Tokyo sumido en una guerra entre la humanidad y los ghouls. Este primer episodio mantiene esa atmósfera de terror y misterio, aunque en esta ocasión la perspectiva principal que nos presenta es de cierto equipo de la CCG ( organización dedicada a la erradicación de ghouls), quienes han sido sometidos a un experimento que les ha otorgado poderes similares a los de esas criaturas.
La presentación de los nuevos personajes no fue tan amplia, pero fue lo suficiente como para darnos una pista de los roles que ocuparán en la historia. El nuevo equipo de protagonistas mostrados parece tener personalidades contrastantes entre ellos, elemento recurrente en numerosas obras de este estilo detectivesco juvenil, por ejemplo en la saga Persona. Nada novedosa la relación conflictiva entre personajes de un mismo bando con diferentes intereses, pero bien llevada puede funcionar de maravilla.
El desarrollo del capítulo se sintió ligeramente menos brutal y más ligero que la primera y segunda temporada, permitiéndose recurrir en algunas ocasiones al humor e interacción slice of life entre ciertos personajes. Las secuencias de acción cumplieron, sin mostrar aún todo el gore al que Tokyo Ghoul nos tiene acostumbrados.
Como bien mencionamos no se dieron aun muchos detalles de la trama, aunque pudimos observar las claras secuelas de ciertos eventos de las temporadas anteriores, así como la aparición de viejos conocidos que seguramente recobrarán su relevancia.
De la animación no hay mucho que decir, simplemente se mantuvo en el estándar de calidad que el estudio Pierrot nos acostumbró con esta franquicia. Lástima que series como Naruto o el reciente Black Clover no corrieran con la misma suerte.
Es pronto para hablar de alguna pieza memorable del soundtrack, pero cumple con la media. De igual manera apareció el opening desde el principio (situación extraña actualmente) que gustó más que el de la segunda temporada, aunque está a años luz de ser tan emblemático como lo fue Unravel en su momento.
Conclusión
Tokyo Ghoul: Re tiene la labor de devolver la credibilidad en la franquicia a los fans decepcionados con √A , de momento cumple bien y genera cierta expectativa. La diferencia de enfoque de la que hablamos podría darle otro aire con respecto a sus predecesoras, que no precisamente seria malo.
De si será fiel o no al manga es pronto para saberlo, pero con el estudio Pierrot todo puede pasar, desde una adaptación memorable y con escasa censura, hasta desviarse por completo del argumento original para brindarnos una historia "diferente", o peor aún, un tedioso relleno arrítmico e innecesario, aunque con la escasa duración que tendrá la serie (12 episodios) esta última opción suena algo improbable.
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