¡Qué tal! Ésta es la primer entrada de nuestra sección dedicada enteramente a la animación nipona, y que mejor manera de comenzar que hablando acerca del penúltimo episodio de uno de los mayores referentes del anime a nivel mundial. Porque si, podrás amar u odiar Dragon Ball Súper por cualquier razón, pero lo cierto es que su emisión semana tras semana nunca resulta desapercibida.
El episodio 130 de la serie tuvo un sabor especial debido al revuelo que causo a nivel internacional, refiriéndose especialmente al caso de Latinoamérica y más estrictamente México, donde se habló de proyectar el episodio en múltiples plazas públicas, bares e incluso en un estadio. Para desaliento de miles de seguidores de la serie, Toe Animation (casa productora del anime) salió a dar su postura con respecto a ese fenómeno, exhortando a los fans de Gokú a disfrutar del episodio desde casa únicamente en servicios legales como Crunchyroll, pues la licencia de transmisión aparentemente no contempla la exhibición de la serie en lugares públicos.
Pese a la advertencia, el episodio se pudo ver masivamente en algunos lugares públicos del país, dando cita a cientos de aficionados de todas las edades que apoyaron al saiyajin en su última batalla, como si de la selección nacional de futbol se tratase. Eso sí, desconocemos si consiguieron la autorización de proyectarlo de manera legal, o simplemente decidieron jugarle al vivo, no obstante lo sabremos en los próximos días.
Ahora sí hablemos de lleno del tan esperado episodio, ¿la batalla final entre Gokú y Jiren cumplió con las expectativas del fandom?
ATENCIÓN: Si aún no has visto el capítulo porque te encontrabas en una cueva ¡DETENTE! Corre a verlo primero y después regresa a leer, porque la reseña contiene bastantes SPOILERS que podrían arruinar tu experiencia.
El clímax de la batalla decisiva por el Universo 7
En este episodio pudimos observar gran parte del clímax de la batalla final entre Gokú y Jiren. Finalmente el personaje principal fue capaz de dominar su transformación definitiva (hasta el momento) y plantarle cara al que parecía un enemigo invencible. Si bien el diseño de la nueva transformación que ya habíamos podido observar al final del capítulo anterior no es precisamente el más creativo o vistoso que la longeva serie nos ha mostrado, el dibujo de los personajes, la paleta de colores y la estética presentada para esta batalla la hace ver bastante imponente y con cierto toque de divinidad a los ojos del espectador. Por supuesto que argumentalmente hablando la única justificación que sostiene esta nueva transformación es la de la mayoría de los animes ´´shounen´´: el ´´power up´´ desmesurado. Pero no nos rasguemos las vestiduras con eso, hablamos de Dragon Ball, una obra que nos ha ganado más por sus grandes batallas y transformaciones que por su argumento.
Lejos quedó la infame animación mostrada en los primeros episodios de la serie (cof cof, capítulo 5), de hecho en esta última parte del Torneo del Poder la casa animadora ha echado la casa por la ventana, logrando movimientos bastante fluidos que hacen sentir realmente una batalla a niveles universales. Por otra parte las coreografías de pelea siguen sin mostrar gran cambio con respecto a lo que hemos visto desde hace más de 20 años.
El ritmo del capítulo se sintió bastante fluido, dando la sensación de que esos 23 minutos de duración se reducen fácilmente a la mitad. La extenuante batalla en ningún momento cansa, a ratos se siente corta si la comparamos con los eternos 5 minutos de Namek, pero es un acierto que haya alcanzado el clímax justo cuando la serie se encuentra en su momento más álgido de popularidad y calidad.
Giros inesperados y ¿necesarios?
Rumbo al final del episodio fuimos testigos de uno de los momentos más sorpresivos de la saga, que incluso podríamos llamar una gran ´´troleada´´ por parte de Akira Toriyama y los escritores de la serie. Si bien todos sabíamos que era cuestión de tiempo para que Freezer hiciera su reaparición para ayudar/agrandar el conflicto, otro personaje volvió de entre los muertos para dar la cara por el universo 7: No. 17 está vivo y coleando.
En lo personal este giro no nos gustó del todo, pues No. 17 ya se había ganado el título del ´´jugador más valioso´´ gracias a su increíble actuación y contribución para la posible victoria de su universo. Su sacrificio para darles tiempo de sanación a Gokú y Vegeta había quedado guardado en nuestras retinas como uno de los momentos más heroicos de la serie, pero ahora no es más que una tomadura de pelo que hizo que la emoción y tensión de hace algunos episodios se fueran a la basura (eso no quita que siga siendo el mejor personaje del torneo).
Asimismo el 99% de fans esperábamos que este fuera el último episodio de batalla antes de que la serie entre en su hiatus indefinido. Pero parece que mantendrá la expectativa y emoción hasta el último capítulo, pues como bien saben Gokú quedó tendido en el suelo debido a la exigencia que conlleva el forzar su cuerpo al Migatte no Gokui (o Doctrina Egoísta), dejando a Freezer y a No. 17 la tarea de hacerle frente al imponente Jiren, cuyo poder fue llevado al máximo e incluso superado momentáneamente por Son Gokú.
Conclusión
Dragon Ball Super capítulo 130 satisface tanto a la vieja como a la nueva escuela de fans de la serie, llevando la batalla final a un nivel muy semejante al que la etapa Z nos tenía acostumbrados (exceptuando la escasez de sangre). Es una lástima que la serie termine en un episodio más, justo cuando la calidad del anime venía en aumento y lograba ajustarse dignamente a la esencia de sus predecesoras (a GT ya la superó). Toei Animation tardó casi una centenar de capítulos en devolverle la grandeza a una de sus franquicias más populares y lucrativas, aunque quizás sea mejor que Dragon Ball Super se retire en su punto más alto, antes de que la inevitablemente desgastada fórmula resulte más repetitiva y cansina de lo que ya es.
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